Son House

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martes, 19 de junio de 2012

UNA CANCION DE ALVIN YOUNGBLOOD HART: BIG MAMA'S DOOR



Aquí les dejo a  los posibles interesados una canción del gran Alvin Youngblood Hart. Este maestro desciende en línea directa del Charlie Patton, de los dos Willie Brown y de Tommy Johnson. La hermosa dureza de esta canción, escrita por él mismo e incluida en su primer trabajo discográfico, no oculta su belleza melódica ni esa contundencia rítmica que señalabamos en la entrada anterior a propósito de lo que Otis Taylor ha dado llamar "trance blues". Una canción extraordinaria con algunos ecos de Gus Canon y un azote de cuerdas (string slapping) a lo "Future Blues" de  Willie Brown.


lunes, 18 de junio de 2012

ERIC BIBB: DEEPER IN THE WELL



Quiero recomendar este CD de Eric Bibb a todos los interesados en el blues acústico y la música folk con una fuerte influencia del Cajún y de eso que Otis Taylor ha dado en llamar el "trance blues". O dicho de otro modo: un blues todavía más cercano a sus orígenes africanos gracias al uso exquisito de las percusiones y del empleo percusivo de algunos instrumentos de cuerda como el banjo, en un estilo que recuerda a Alvin "Youngblood" Hart. 
   Eric Bibb tiene una extensa discografía y es un músico excelente, pero siempre he sentido que una buena parte de su producción musical (o para ser más exactos, de una porción de lo que de ella he escuchado) se va por la pendiente de lo espiritual y lo optimista sin complicaciones, situándose a veces en un registro más cercano al new-age o a los manuales de superación personal que al del verdadero blues. Algo así como un "smooth blues" de aristas limadas.
   Pero este disco es otra cosa.
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lunes, 4 de junio de 2012

RORY BLOCK: I BELONG TO THE BAND




"I belong to the band, A tribute to Rev. Gary Davis" es una nueva fase del proyecto que Rory Block inició hace siete años con el disco dedicado a Robert Johnson (Lady and Mr. Johnson) y que lleva por nombre "The Mentor Series". Lo que Rory Block se ha propuesto, con éxito evidente, es ofrecer un tributo a los grandes músicos de blues que tuvo la suerte de conocer personalmente en su etapa de formación, cuando contaba con 14 años de edad y había decidido dedicar el resto de su vida al blues acústico (cuyo radio de acción, nos dice en las notas que acompañan a esta grabación, sería el Delta blues en sus diferentes modalidades.) Y fue por aquellos años, a inicios de los sesentas, que en compañía de Stefan Grossman, pudo establecer un trato a veces breve pero definitivo con figuras de la talla de un Son House, de un Mississippi John Hurt (verdadero gigante) o de un Gary Davis; que muchos años después haya decidido inaugurar esta serie que ahora comentamos es algo que los amantes del blues acústico (y de la música en general) no acabaremos nunca de agradecerle.
   Este disco, conformado por algunas de la canciones más representativas del Reverendo Davis (11 en total), es magnífico de principio a fin, y razones no faltan para calificarlo de esta manera. Habría que mencionar, en primer lugar, la devoción que Rory Block ha manifestado por el Gospel desde el inicio de su carrera; no existe casi un disco suyo en el que no haya incluido una canción de tono religioso, habiendo llegado incluso a adaptar algunos clásicos del repertorio secular -como "Crossroads", de Robert Johnson- a este estilo con resultados impresionantes. Por otro lado,  debemos recordar que el blues acústico es ejecución "en vivo", habilidad instrumental, un estilo totalmente ajeno al copy-paste y demás argucias tecnológicas con que algunas bandas y solistas intentan disimular sus deficiencias musicales. Rory Block es una guitarrista y cantante de primer orden, poseedora de un estilo inmediatamente reconocible por la calidez de su tono y por una calidad de interpretación en donde lo mismo conviven un lirismo melodioso a lo Mississippi John Hurt que un rasgueo percusivo de una contundencia digna de Charlie Patton.
   Un detalle importante en esta grabación lo es el que Rory Block haya decidido usar uñas de metal (finger picks) para cada canción; este hecho, inusitado en su desempeño musical, se le presentó como una exigencia ineludible a la hora de interpretar las canciones del Reverendo, dotando a su guitarra de un sonido nuevo y de una nueva y estimulante expresividad. (Dejo a los conocedores la discusión de algunas otras cuestiones estilísticas, como pueden ser la utilización de múltiples dedos a la hora de arpegiar un acorde (Gary Davis utilizaba solamente los dedos pulgar e índice) o las variaciones que haya decidido introducir en cada canción; detalle este último al que no era ajeno el propio Davis, quien rara vez tocaba sus canciones de la misma manera.)
   Un disco altamente recomendable. Una joya.

http://youtu.be/6PMXKhrQYDc